Durante los últimos años, a nivel mundial ha aumentado considerablemente el número de individuos que deciden adoptar un estilo de vida vegetariano, ya sea por motivos de salud, medioambientales o a causas animalistas. Aunque existen multitud de variantes de estas dietas, la ovolactovegetariana y la vegetariana estricta o vegana suelen ser las más comunes.
Esta creciente demanda de información y orientación ha determinado que diferentes sociedades científicas expresen su postura al respecto en recientes publicaciones. La Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos manifestó hace unos años, que las dietas vegetarianas adecuadamente planificados son saludables y apropiadas para todas las etapas del ciclo vital (embarazo, lactancia, niñez, adolescencia, adultez), eran más sustentables y se asocian con beneficios en la prevención de enfermedades crónicas.