Las enfermedades inflamatorias intestinales (EII), como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, se caracterizan por una inflamación crónica del tracto gastrointestinal, vinculada a disfunciones inmunológicas, alteraciones de la microbiota intestinal y barrera epitelial comprometida.
Más allá de la tradicional recomendación de evitar alimentos irritantes, hoy se investiga el rol de intervenciones nutricionales que modulan procesos fisiológicos clave. Una de las estrategias que está ganando interés es el ayuno intermitente (AI), por su impacto potencial en la inflamación, la microbiota y mecanismos celulares como la autofagia.
A continuación, comparto lo que nos dice la evidencia científica más reciente sobre este enfoque nutricional y su posible aplicación clínica en pacientes con EII.
¿Qué es el ayuno intermitente y cómo actúa?
El ayuno intermitente implica alternar periodos de alimentación con períodos sin ingesta calórica. Sus formas más comunes son el 16:8, el 5:2 y el ayuno en días alternos. Desde la perspectiva fisiológica, se ha observado que el AI puede:
- Disminuir la expresión de citoquinas inflamatorias (IL-6, TNF-α, PCR)
- Mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir el estrés oxidativo
- Activar procesos de autofagia, fundamentales para la reparación intestinal
- Regular vías moleculares como mTOR, NF-κB y AMPK
Referencias: Longo & Panda (2016); de Cabo & Mattson (2019); Antoni et al. (2023)
Efectos del ayuno sobre la microbiota intestinal
La disbiosis es una característica común en personas con EII. Algunos estudios preclínicos y pilotos en humanos sugieren que el AI puede:
- Aumentar la diversidad microbiana
- Promover la presencia de bacterias beneficiosas como Akkermansia muciniphila
- Favorecer la producción de ácidos grasos de cadena corta, como el butirato, con propiedades antiinflamatorias
Referencias: Zeb et al. (2020); Li et al. (2022); Choi et al. (2023)
Inflamación intestinal y autofagia: una mirada más profunda
El AI activa la autofagia, un proceso clave en la regeneración epitelial y el control de la inflamación en la mucosa intestinal. Estudios en modelos murinos con colitis han mostrado:
- Reducción de la inflamación histológica
- Mejoras en la integridad de la barrera intestinal
- Disminución de la translocación bacteriana
Referencias: Collins et al. (2015); Zarrinpar et al. (2016); Song et al. (2021)
Evidencia clínica: ¿qué sabemos hasta ahora?
Aunque la mayoría de los estudios son preclínicos, algunos trabajos en humanos comienzan a arrojar datos interesantes:
- Ensayo piloto (2021): protocolo de AI 16:8 en pacientes con colitis ulcerosa leve mostró reducción de síntomas y mejoría en el score clínico.
- Estudios durante Ramadán (observacionales): algunos pacientes con EII en remisión reportaron mejoras subjetivas y descenso de PCR.
Referencias: Gabel et al. (2021); Alharthi et al. (2022)
Consideraciones clínicas y personalización
El AI no es una estrategia universal. Algunas recomendaciones:
- Puede considerarse en pacientes estables, sin riesgo nutricional y con seguimiento profesional.
- No es aconsejable durante brotes activos, en pacientes con bajo peso o antecedentes de TCA.
- La calidad alimentaria durante la ventana de alimentación es clave para obtener beneficios.
El AI debe entenderse como una herramienta más dentro de un abordaje integral, y nunca como un reemplazo de tratamiento médico o nutricional convencional.
Reflexiones finales
El ayuno intermitente abre un campo prometedor en el abordaje nutricional de las EII, con mecanismos biológicos bien fundamentados y efectos potencialmente beneficiosos. Sin embargo, aún estamos lejos de poder recomendarlo de manera rutinaria: se necesitan más ensayos clínicos que respalden su seguridad y eficacia en esta población.
Como nutricionistas, es fundamental mantenernos actualizados, explorar nuevas estrategias terapéuticas y, sobre todo, adaptar cada intervención a la historia y contexto de cada persona.

Actualmente realizando un ensayo clínico sobre intervenciones nutricionales en pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal.